" El sanar de un corazón "

 

" No están rotas tus alas están ahí, suelta lo que está pesando, y verás como te elevarás al fin.. " 

El sanar de un corazón 

Un Alma mágica encontró un amor. Lo vió y siguiendo el brillo de ese hermoso interior, se enamora de un corazón. Lo ve fuerte, lo ve valiente, aunque oculto y opacado por fantasmas en su mente. Lo abraza sinceramente, Lo comprende realmente, Entiende sus fallas, entiende sus ansias, Y Entiende porque a decidido tomar distancia..

 Sabe que ese ser maravilloso se puede rescatar solo, pero decidió atarse a sus pies y acompañarlo de todos modos. No buscaba dependencia, solo quería sentir su presencia.. 

Le repetía todos los días lo mucho que valía, lo capaz que era, cuánto en él creía. Lo animaba todos los días a que crea en lo que hacía, a qué encuentre su iniciativa,  que estaba bien si intentaba y a la primera no salía.. 

Aunque no intervenía, sus palabras inyectaban ese apagado corazón de energía. Ese ánimo, esas cosas que decía, como lo admiraba y cuánto lo sostenía... 

No quería ser dueño de su vida, no se aprovechó de su fragilidad de de manera opresiva, no buscaba indicar la salida.. Quería que por sí mismo la encuentre, quería que el camino sea suyo, aún si debía ser diferente.. 

Quería acompañarlo, pero bajo ninguna circunstancia, guiarlo o mandarlo.

Nadie creyó tanto en ese corazón, a veces sentía que le debía un montón ¿qué sería de él si no llegaba ese amor, esa calma y dedicación que lo encontró y lo despertó? .. Pero su admirador le repetía que nada le debía, que solo quería ser parte de su vida.. Le aseguraba que era capaz de todo, que necesitaba a nadie, que podía hacerlo solo.. Le abrazaba con fuerza, compartiendo energía.. Confíaba y sabía que faltaba poco para curar todas sus heridas.. 

Un buen día, todo resplandecía de color; esas palabras, esos abrazos, pintaron el mundo de amor..

Ese corazoncito se levantó, descubriendo que era una persona completamente renacida; Se encontró amandose y con cicatrices en todas sus viejas heridas.. Se dió cuenta que ya no dolía.. Y claro que le agradeció, claro que tuvo gratitud a su admirador. Pero sonriendo le respondieron que Esa fuerza siempre estuvo allí, Que sabía bien que era capaz de resurgir, que solo lo supo, que lo percibió, que siempre fue capaz de ver la luz en su interior. Desde el primer instante que se echó a sus pies, desde el segundo que decidió junto a ese corazón envejecer.. Había un brillo enceguecedor, que buscó y buscó hasta que finalmente salió, y ahí estaba,

Siempre estuvo ahí, no podía ser más felíz,

Porque siempre estuvo en sí, 

Solo le recordaron como encontrarlo al fin.. 

Y un buen día volvió a brillar...